
Una noche de diciembre la pequeña Tanya Houston fue raptada por los adoradores de la entidad demoníaca conocida como el Dios Oscuro. Los secuestradores encerraron a sus padres en el sótano y les dijeron que Tanya sería ofrecida como sacrificio al Dios Oscuro, quien les había reclamado “la carne de una niña”. Varias horas después, los Houston consiguieron huir de su prisión y avisar a la policía, que envió un operativo especial a la sede de la secta. Los agentes temían que la pobre Tanya hubiera sido devorada por alguna criatura horrible, así que se llevaron una gran alegría cuando la encontraron viva y completamente ilesa, salvo por una pequeña cicatriz en la frente. Pero poco después todos los policías estaban muertos. Habían interpretado mal las palabras de los secuestradores: el Dios Oscuro, en efecto, quería la carne de una niña, pero no como alimento, sino como vestidura.
Cuando el Dios Oscuro poseyó su cuerpo, la pequeña y dulce Tanya se convirtió en una máquina de matar, casi invencible. Hipnotizó a los policías encargados de rescatarla para que se mataran entre ellos y luego desapareció sin dejar rastro.
Como la policía de la ciudad no sabía cómo abordar el caso, solicitó el asesoramiento del agente federal John Martins, especializado en la investigación de fenómenos paranormales.
Una vez en la ciudad, Martins se puso en contacto con el encargado del caso, el teniente Jonathan Payne, quien lo puso al corriente de los detalles. Tras escuchar atentamente las explicaciones de Payne, Martins meditó en silencio durante unos segundos y luego dijo:
"Aquí hay algo que me extraña. ¿Por qué el Dios Oscuro quiso encarnarse precisamente en el cuerpo de una niña pequeña?"
"Cualquiera sabe. Supongo que los dioses son caprichosos."
"Los dioses quizás sí, pero los demonios son terriblemente racionales. El Dios Oscuro quería el cuerpo de Tanya por algún motivo que se nos escapa"
"Tal vez quisiera adoptar un aspecto inofensivo para engañar a sus víctimas. ¿Quién iba a tener miedo de una niña pequeña?"
"Eso es cierto, pero, por otra parte, a él no le interesa llamar la atención sobre sus andanzas y una niña caminando sola por la calle no puede pasar desapercibida. Estoy seguro de que hay algo más."
"Pues no se me ocurre qué podría ser, aunque, naturalmente, yo no sé nada del tema. Ni siquiera creía en estas cosas hasta que vi la sangre de mis compañeros."
"Sangre”… Eso me sugiere una idea. Me gustaría saber si en las próximas horas partirá del aeropuerto de esta ciudad algún avión con destino a Europa oriental.
"Puedo responderle a esa pregunta sin necesidad de hacer ninguna consulta. Esta misma tarde saldrá un avión con destino a Sofía, la capital de Bulgaria."
"¿Cómo lo sabe?-Cuando Tanya fue secuestrada, interrogamos a sus padres y, por pura rutina, les preguntamos por los movimientos que habían hecho durante las horas previas al secuestro. Así supimos que aquella tarde su madre había ido a comprar una maleta de viaje. Los Houston pensaban tomar el vuelo que he mencionado para pasar las Navidades en Bulgaria, de donde es oriunda la madre de Tanya. Eso explica que la niña tenga un nombre de origen eslavo."
"¡Bien, ahora todo empieza a encajar! Será mejor que nos dirijamos al aeropuerto antes de que salga ese avión. Y debemos ir bien armados."
Mientras tanto, en la casa de la familia Houston los padres de Tanya, inmersos en un tenso silencio, aguardaban noticias sobre el paradero de su hija. La policía les había ocultado que la pequeña había sido poseída por un ser maligno y pensaban que seguía en manos de sus secuestradores. Entonces alguien llamó a la puerta y la señora Houston fue a mirar quién era, con la esperanza de que trajera buenas noticias. Cuando abrió la puerta, no pudo contener su alegría cuando vio que se trataba de la propia Tanya, quien, dejando aparte una inusual palidez y una extraña marca en la frente, parecía completamente sana e ilesa. La señora Houston, incapaz de controlar su emoción, abrazó a su hija con todas sus fuerzas, cubrió de besos sus pálidas mejillas y le dijo:
"¡Cariño, mi vida… pensé que te había perdido! ¿Pero cómo has llegado aquí tú solita?"
Tanya, sin manifestar la menor emoción, le dijo a su madre: "Eso no importa. Quiero ir al aeropuerto. Tenemos que hacer un viaje, ¿recuerdas?"
Entonces los ojos de la niña empezaron a emitir un resplandor rojizo y la señora Houston, hipnotizada por aquella luz antinatural, asintió.
Los Houston aguardaban tranquilamente la salida de su avión en el aeropuerto de la ciudad cuando irrumpieron allí varios agentes de policía, guiados por el teniente Payne y el agente Martins. Todos ellos llevaban armas automáticas con mirilla láser, como si se tratara de una operación antiterrorista, con la única particularidad de que todas aquellas armas estaban descargadas. Los padres de Tanya, que se habían convertido en meros autómatas del Dios Oscuro, se interpusieron entre los policías y su hija, dándole a esta tiempo para zafarse de quienes pretendían atraparla. Intentó salir del aeropuerto, pero los agentes detuvieron a sus padres y le cortaron la huida.
Cuando los Houston fueron detenidos, Tanya miró con odio a los policías que la rodeaban. No podía hipnotizarlos, pues habían cubierto sus ojos con lentes especiales, así que usó la magia para defenderse. Hizo aparecer una muralla de fuego entre ella y los policías, lo cual provocó una oleada de pánico. La gente, aterrorizada, intentó escapar del aeropuerto, pero todas las puertas automáticas se habían cerrado y era imposible abrirlas. Al mismo tiempo, el techo y las paredes se resquebrajaron rápidamente, amenazando con derrumbarse sobre las personas que habían quedado atrapadas en el aeropuerto.
Los policías apuntaron a Tanya con sus armas, pero esta no manifestó ningún temor y les dijo:
"¿Acaso estáis dispuestos a destruir el cuerpo de una niña inocente para detenerme?"
Como nadie contestaba, añadió: "Si matáis el cuerpo que ocupo, tendré que volver al Infierno, pero no me iré solo. Y no lo digo únicamente por Tanya Houston: destruiré este aeropuerto y todas las personas que estáis aquí moriréis aplastadas. Eso es lo que sucederá si me disparáis."
Martins dijo: "Es que no vamos a disparar."
"¿Y por qué me apuntáis, entonces?"
"¡Por esto!"
Entonces las mirillas láser de las armas proyectaron sendos haces de luz, que cayeron simultáneamente sobre la marca que Tanya tenía en la frente desde que había sido poseída por el Dios Oscuro. Aunque aquellos rayos láser eran demasiado débiles para causarle el menor daño a una persona, Tanya (o, mejor dicho, el Dios Oscuro) emitió un horrendo grito de dolor mientras la marca de su frente enrojecía y empezaba a chisporrotear como si se estuviera quemando.
El aeropuerto se estremeció durante unos segundos, pero las paredes aguantaron y la muralla de fuego que rodeaba a Tanya se extinguió tan súbitamente como había aparecido. La niña cayó al suelo inconsciente, mientras la marca de su frente se convertía en un jirón de humo negro y se desvanecía en el aire.
…
Los padres de Tanya necesitaron asistencia psicológica, al igual que muchas otras personas que habían sufrido un ataque de nervios durante el incidente. En cuando a la niña, seguía desmayada, pero todo parecía indicar que se recuperaría pronto, tras recibir los cuidados médicos pertinentes. Aunque estaba muy débil y había sufrido un fuerte trauma psíquico durante su posesión por el Dios Oscuro, esta se había terminado para siempre y no había dejado secuelas importantes en su cuerpo ni en su alma. Cuando acabó todo, Payne le dijo a Martins:
"Tenía razón, el Dios Oscuro vivía en la marca de su frente y, al ser una criatura de las tinieblas, no pudo resistir los rayos láser (que, a fin de cuentas, no son más que luz concentrada).
Pero aún no entiendo muchas cosas." ¿Cómo supo que ese ser quería tomar el avión a Sofía?"
Martins respondió en voz baja:
"Pensé que la posesión del cuerpo de Tanya no era para él algo definitivo, sino un paso previo antes de conseguir al anfitrión que realmente deseaba. Ansiaba poseer el cuerpo del ser más poderoso de este mundo, pero, como sus adoradores nunca hubieran podido atraparlo, urdió un enrevesado plan: una vez en Europa oriental, buscaría a ese ser y utilizaría el cuerpo de Tanya como cebo para atraerlo. Luego se fundiría con él y así alcanzaría un poder incalculable."
Pero, ¿a qué ser se refiere?
"A uno que se oculta en Europa oriental y para el cual no existe golosina más sabrosa que la sangre de una niña inocente. Pero yo no había pensado en él hasta que usted pronunció la palabra sangre, provocando así una asociación de ideas en mi mente. Naturalmente, me refiero a Drácula, señor de los vampiros."