Lista de Roberto (parte 2)

patio de escuela

Capítulo 2: la vuelta a la calma y el retorno del caos

Pasada esa semana, limpio todo, y de vuelta las clases todo siguió normal, solo que todos estaban desconcertados y nerviosos. Luego transcurrió otra semana y vino la reunión mensual en la que se enteraría que el camino había comenzado a caminar rápidamente tras ella. En esta se toparon los temas obvios de todas las reuniones incluidos los acontecimientos anteriormente pasados. Pero hubo algo que la noqueo totalmente el día antes habían sido encontrados muertos los padres de Robertito Sáez el en la entrada de su casa atropellado brutalmente, y su madre en un barranco no muy lejano del lugar. Al parecer ella lo habría atropellado y se abría tirado por el barranco, pero no era un barranco muy profundo y no murió. Al darse cuenta tomo un trozo de cristal y corto su cuello. No soporto el hecho de que su hijo muriera y arranco el auto su esposo al tratar de detenerla se cruzó y ella lo atropello al menos eso dijo la policía.

Al otro día estando en clases no logro concentrarse asique envió a los niños antes a recreo y ella salió también a tomar aire. De pronto vio que un niño se acercaba a la vieja campana de metal y la tocaba riendo era un travieso apenas alcanzaba la cuerda, pero lo seguía intentando ella se acercó lentamente para detenerlo, pero de pronto noto algo, la cuerda que sostenía la campana estaba suelta y se cortaba lentamente. Ella comenzó a correr hacia el niño y mientras lo hacía le gritaba que se saliera de ahí, pero él no hacía caso. de pronto recordó algo él era el primero de la lista, y el 4 de la lista de Roberto, con los ojos llenos de lágrimas veía como la campana se cortaba, lentamente, ella se acercó y al ver que la campana inevitablemente caería sobre el niño solo atino a empujarlo lejos de esta, cerrar los ojos y prepararse para el impacto, su fin sería inminente y se encontraría con Roberto, eso era lo peor pero, algo la saco de su transe, el llanto de un niño, el llanto del niño que acababa de empujar al suelo, pero algo raro pasaba, no sentía peso ni dolor pero la campana debía de haber caído abrió los ojos y vio a una auxiliar mirándola con ojos de desaprobación mientras sostenía al pequeño que tenía la cara y la ropa llena de tierra y algunas marcas de sangre y raspones en la frente los codos y las rodillas comenzó a oír murmullos y luego vio como la auxiliar se llevaba al niño, salió de debajo de la campana y luego noto que la cuerda estaba sana, no había muestras de que estuviera cortada, roída siquiera, hubo un momento de silencio y luego la señorita Pérez dijo: yo… yo solo… la cuerda de la campana… le iba a caer encima, lo iba a matar,– dijo esto entrando en llanto —

Paso una semana una larga semana en la que siempre tuvo que estar frente a alguien, frente al director, frente a los padres del niño herido, frente al psicólogo, frente a sí misma.

Más tarde cuando las cosas se tranquilizaron todo volvió a la normalidad por segunda vez, pero todos tenían un aire sombrío y de impaciencia, como esperando algo, como si supieran lo que pasaría luego, pero volvamos con nuestra protagonista quien estaba a punto de entrar en la trampa de un ser que ya no pertenece a nuestro mundo.

Era un día lunes y todos los alumnos estaban jugando mientras la señorita Pérez, amurrada, intentaba mantenerse despierta, cuando de pronto sintió la voz de un niño a sus espaldas, nítida pero espectral primero pensó que sería algún niño de la clase, el cual jugaba, pero recordó que su pupitre se encontraba apoyado a la pared, sus ojos se desorbitaron y su espalda fue acariciada por el espectral y helado filo de la oz de la muerte de arriba hasta el último dedo del pie, no quería darse vuelta, pero la voz era insistente, casi suplicante, no, suplicante, que repetía una y otra vez, la palabra “señorita”.

No aguanto más y entro en sollozos, la clase comenzó a fijarse en esto, y dejaron la bulla para entrar en un estado de angustiosa curiosidad, en ese momento la señorita Pérez vio los ojos de los alumnos dirigirse a sus espaldas y murmurar asustados ella pensó lo peor pero cuando se disponía a salir corriendo una voz angelical la despertó de su pesadilla.

Seguida de la monstruosa, “señorita” esta vez se oyó la voz de una profesora que decía: ahora dime Benja, no te podía contestar estaba ocupada. y luego un murmurar que venía del otro lado de la pared, eso la alegro profundamente y sintió alivio se paró, seco sus lágrimas, y continuo la clase. Todo prosiguió normal y sin complicaciones y a la hora de recreo trato de dormir un poco, pero sin resultados. Cuando entraron sus alumnos notó algo raro, faltaba uno, lo recordaba bien pues era un niño muy inquieto que siempre quería jugar, pero jamás faltaba a clases, se paró y salió a buscarlo.

Comenzó su búsqueda en el patio de juegos y luego en los baños, en alguna sala, y en el segundo piso, pero nada de pronto cuando volvía a la sala vio un pequeño bulto a lo lejos que la miraba y se reía mientras se escondía tras una esquina del pacillo, pensó, debe ser él y fue a buscarlo, pero el pequeño desapareció tras la esquina y al llegar a esta, la desconcertada maestra descubrió que no había nadie cerca.

Consternada busco al niñito y lo llamo por su nombre, pero nada de pronto cuando se volvía escucho la risa de nuevo, esta vez en el otro extremo del pasillo, asique riendo fue hacia haya, pero, otra vez no había rastros de un alma ahora más asustada que antes comenzó a retroceder, y a trotar con ese típico trote de mujer pituca que usa tacones hasta la sala cuando entro en esta los alumnos estaban jugando y en el centro de los juegos estaba el niño extraviado desconcertado le pregunto en qué momento había llegado, y el chicuelo le respondió, que había llegado a la hora de entrada, pero ella sabía que no y tomando el libro de asistencia busco el nombre del niño, y precisamente ella lo había marcado presente.

Desconcertada pensó que el chicuelo lo había marcado, pero no, toda la clase asintió diciendo que él había estado toda la hora de clases presente y no había salido ni entrado.

Se comenzó a poner nerviosa, pero opto por terminar con el asunto y seguir con la clase, cada segundo marcado por el reloj era un puñal clavado en su espalda, y la campana fue un gran alivio para su triste corazón. Lo que no sabía era que algo pasaría en el momento menos esperado.

Pasaron los segundos y toda la clase había salido de la sala, ella luego de serrar y asegurarse que estuviera todo bien se dirigió a la sala de maestros a tomar algún remedio, pues le dolía un poco la cabeza, subió las escaleras y avanzo por el pasillo que estaba repleto de niños corriendo, y en ese momento vio pasar un par de niños persiguiéndose, y al darse vuelta para decirles que no corrieran en las escaleras, presencio con horror que el niño resbalaba en el primer peldaño y caía, sin pensarlo dos veces se abalanzo a sujetar al pequeño y cuando lo logro, sintió un dolor muy agudo en su tobillo y un golpe en la cabeza, luego no supo más y perdió el conocimiento.

Despertó en una sala blanca tenía muchos cables y una mascarilla en la boca, trato de quitársela, pero noto que no podía, no podía mover sus manos, bueno las podía mover, pero parecía que estaban atadas, bajo la vista y noto que estaba sujeta a la cama con esposas luego volvió a desmayarse.

Pasaron los días y cuando estuvo en condiciones de hablar y de escuchar, se le comunico que estaba retenida por asesinato, lo cual hizo que perdiera el conocimiento por tercera vez, pero esta vez tuvo muchas pesadillas y despertó casi infartada, luego se enteró que cuando ella se había abalanzado sobre el pequeño, se había quebrado un tobillo y habían caído ambos por las escaleras, y que ella había tenido suerte y se había salvado solo porque el niño había amortiguado su caída y que la conducirían a tribunales.

Los días que siguieron fueron una mescla de lágrimas y desmayos, de hipótesis y conjeturas, de miedo y dolor, de desconcierto y angustia.

Pasaron 6 meses que no vale la pena contar pues el mundo siguió sin ella, y ella siguió sin el mundo, aunque la justicia se quedará estancada en los porque, seria intencional, tendrá algún desorden mental, entre otras muchas, pero al final fue la ultima la que más lógica tenía y termino en un sanatorio mental. Que malo sería el final si acabara hay, ¿cierto? bueno, pues no, no es el final.

Tras estar un tiempo en el sanatorio sola con la soledad, aunque muchos dicen que siempre alguien, un niño, la iba a ver, y ella se arrinconaba tras su cama, sin decir una palabra, no sabemos qué puede pasar por una mente enferma, o tal vez no tan enferma, el punto es, que un día se escapó, y no se supo de ella en unas horas, hasta que la vieron salir corriendo de la escuela justo antes de que esta explotara por una fuga de gas. Luego de que la llevaran a una sala especial, la tuvieran todo el tiempo dopado fue encontrada muerta justo para el aniversario del suicidio de Robertito, pero la cosa no acaba ahí pues hay muchas cosas que no cuadran, como el hecho de que pudiera burlar la seguridad la primera vez, o el hecho de que se pudiera tirar del último piso del edificio estando dopada, o las visitas del niño que las cámaras nunca captaron, pero muchos internos dicen haberlo visto.

Bueno no sé yo pero saquen sus propias conclusiones a mí me parece que es una historia bastante escalofriante dijo José al grupo de jóvenes que sujetaban sus linternas y cámaras con cara de aterrados, el chico rio y siguió su marcha con una postura de triunfador y siguieron caminando por el pasillo que daba a la entrada de la escuela, al llegar a esta, que estaba abierta, notaron algo extraño a pesar de tantas cenizas había más olor a sangre que a quemado, siguieron su marcha y llegaros al pasillo principal donde descubrieron el origen del olor, una hilera de gotas de sangre fresca que llegaban desde el baño asta entrar a una sala, de la cual vieron salir un bulto blanco con el pelo largo y rubio, manchado con sangre con sus brazos muy largos, ese escenario hizo correr a los muchachos, hasta la otra punta del pueblo.

Las dos historias son reales, pero totalmente distintas a las contadas en este texto, pero, ¿por qué digo que son tan diferentes? Bueno la primera se supone que fue la historia de una profesora que se cayó sobre un alumno en la escalera y murieron los dos, luego, más de un año después un niño se intentó suicidar, pero lo llevaron a un sanatorio mental donde se curó y toda su familia se fue de la ciudad, por el qué dirán. La segunda, bueno estaba muy oscuro y ustedes saben que los adolescentes son apasionados, y se imaginaran el resto, ¿pero y si no se lo imaginaron?

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